Comer sano en verano es posible

Estar de vacaciones y comer de forma saludable es compatible. La clave para no pasarse de la raya es no romper con los hábitos alimenticios por completo. Toma nota, estas sencillas pautas y no abandonar por completo el deporte evitarán que tires por la borda el trabajo y esfuerzo de todo un año.

Las 5 claves

No saltarse las comidas

Cuando llega el verano, solemos descuidar nuestra dieta. No tener un horario fijo durante las vacaciones hace que nos levantemos tarde y muchas veces, obviemos el desayuno. Los nutricionistas recomiendan comer 5 veces al día y sobretodo, no saltarse esta comida que es la más importante del día. En un desayuno saludable y equilibrado no pueden faltar lácteos, frutas, cereales y proteína para tener energía durante todo el día.

Hidratarse continuamente

Hidratarse frecuentemente es esencial en verano, ya que con el calor corremos más riesgo de sufrir deshidratación. Además, beber agua ayuda a acelerar la eliminación de toxinas. Nuestra recomendación es tomar sobre los dos litros de agua, pero también puedes complementar la hidratación con zumos naturales, infusiones o tés.

Snacks sanos entre horas

Si te entra el gusanillo a media mañana, opta por el zumo de tomate o un gazpacho natural. El tomate es el protagonista del verano, ya que lleva una gran cantidad de agua y muy pocas calorías. Para merendar, la sandía o el melón serán tus aliados ya que sacian y contienen mucha agua. Es importante comer fruta pero sin abusar, ya que con 3 o 4 piezas es suficiente. Si nos pasamos de estas cantidades, ingeriremos más azúcar del necesario.

Disminuir el consumo de bebidas alcohólicas o refrescos

Con la llegada del buen tiempo las terrazas se llenan, y más en vacaciones. Es la época del año en la que comemos con mayor frecuencia fuera de casa y salimos a tomar algo casi a diario. Debido a este aumento de la vida social, es la temporada en la que bebemos y picamos más. Nuestro consejo es que de vez en cuando te des el capricho de tomarte una cañita o una copa de vino, que son las bebidas alcohólicas que menos calorías contienen. Pero reduce el consumo a ocasiones puntuales, escogiendo bebidas como el té helado o un smoothie en su lugar.

Optar por los helados caseros

Si eres fan de los helados y no puedes vivir sin ellos, nuestro consejo es que apuestes por los helados caseros de frutas. Son los que contienen menos calorías y te harán pasar el antojo.

 

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