La fatiga muscular puede presentarse habitualmente en las personas que realizan deporte. Además, es muy probable que presenten síntomas de fatiga muscular la gente que lleve a cabo mucho esfuerzo físico y no estén acostumbradas.
Así pues, la fatiga muscular tiene como consecuencia que se experimente una sensación de agotamiento, los músculos fallen y se pierda una parte o la totalidad de la capacidad física. En los siguientes apartados, profundizaremos mucho más y nos informaremos adecuadamente.
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Índice de contenidos
¿Cuáles son los síntomas de la fatiga muscular?
Al realizar más esfuerzo del habitual y llegar al agotamiento extremo de las fibras musculares, es cuando se produce la fatiga muscular que, resumidamente, es el cansancio de los músculos.
Suele surgir por malos hábitos de alimentación, realizar demasiados esfuerzos, no tener suficiente calcio, deshidratación, sobreentrenamiento, etc.
En estos casos, puede presentarse de distintas maneras, como veremos en los siguientes puntos:
- Dolor de las articulaciones.
- Fatiga.
- Mayor ritmo cardíaco.
- Debilidad general.
- Falta de fuerza y de coordinación.
- Rigidez en los músculos.
- La presión arterial se encuentra alterada.
Métodos para prevenir la fatiga muscular
Hay muchas formas de evitar que se produzca esta molesta sensación, o al menos disminuir las consecuencias. A continuación, conoceremos los hábitos que puedes incluir en tu día a día para prevenir la fatiga muscular.
Mantente hidratado para evitar la fatiga muscular
Es muy importante que mantengamos el cuerpo hidratado, sobre todo después de realizar alguna actividad física. No es necesario esperar a tener sed para beber, ya que cuando notamos la sensación de sed nuestro cuerpo ya está deshidratado.
Por consiguiente, bebe agua antes, durante y después del esfuerzo físico.
Duerme suficientes horas
Cuando no descansamos adecuadamente, el cuerpo lo nota y se resiente. Además, en caso de entrenar ese mismo día, el rendimiento deportivo se verá afectado. Por lo tanto, el descanso es fundamental para que no surja la fatiga muscular.
Realiza ejercicios de calentamiento y estiramiento
Apúntate este punto si quieres evitar el agotamiento muscular. Y es que, es imprescindible incluir el calentamiento antes de realizar actividades físicas exigentes, al igual que estirar al finalizarlo.
Además, es una buena forma de evitar que se produzcan lesiones y aumentar el rendimiento deportivo.
No entrenes de más
Intenta tener una rutina de entrenamientos que no esté por encima de tus capacidades ni exija mucho más de lo que puedes hacer. Igualmente, no lleves a cabo actividades físicas que tengan como consecuencia el cansancio muscular, conoce tus límites.
Ingiere suficientes hidratos de carbono
Esto hará que tengas la suficiente energía para realizar los ejercicios, sobre todo los que requieren de más esfuerzo de lo habitual porque son de intensidad alta. ¿Por qué es así? Los hidratos de carbono proporcionan glucosa, que es nuestra principal fuente de energía.
Por lo tanto, si en alguna ocasión has padecido el agotamiento muscular, revisa la intensidad de esfuerzo físico, descansa y cuida tu alimentación e hidratación. Tener fatiga muscular puede suponer una pérdida de tiempo y agilidad, lo que disminuye el rendimiento diario.